sábado, diciembre 10, 2011

Nada


Ya nada es igual, 
se siente como si nunca fue verdad,
como si todo fue una ilusión creada por mí, por mi mente soñadora e ilusa.


Todo lo que pensé que sentías,
no era más que el reflejo de mi propio sentimiento,
como cuando el espejo te devuelve tu imagen.
Nada fue real, 
simplemente una imagen, un espejismo.


Todas tus palabras, todos tus gestos,
eran respuestas a algo que yo hacía o decía.
Nada salió espontáneamente de tu parte.
Nada era verdad.


Aunque traté de cultivar sentimientos y recuerdos,
me daba cuenta que no era más que intentos inútiles de hacer realidad mi fantasía.


Pero un día, como suele suceder, 
me alcanzó la realidad, 
y tuve que enfrentarme a ella,
verla desgarrar mi corazón, 
sentirla arrancarme cada retazo de esperanza.


Era necesario que, aunque me doliera inmensamente,
la dejara socavar cada base de esa ilusión,
tenía que hacerlo, era imperativo que le permitiera
volver añicos cada mentira que me había inventado.


Dejarle arrasar con todo eso, con esa utopía
me permitirá comenzar de cero,
como si nada hubiese sucedido, 
lo cual es la verdad: Nada sucedió, Nada.


Estas líneas son el punto final. 


Estas líneas son el cierre necesario a una historia que nunca fue. 

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"Cuando falta el consejo, fracasanlos planes; cuando abundaelconsejo,prosperan" Proverbios 15: 22