domingo, mayo 29, 2011

Razones

Al pensar en ti, mi alma se estremece
y comienzan a caer hojitas de recuerdos
como de un árbol en pleno otoño.

Cuando miro tus ojos, mi corazón se desboca
y galopa como un potro con ansias de libertad
al que le han abierto el tranquero.

Si tu mano roza la mía, 
mi mente emprende vuelo sobre el mar,
cual gaviota que deja la bandada
para surcar nuevos cielos.

y si tus labios tocan los míos,
me recorre un dulce fuego que quema tiernamente 
cada rastro de tristeza,
como el hogar de una chimenea en una noche de invierno.

Cada vez que sonríes, mi vida se alegra infinitamente
porque lo haces como el niño aquel
a quien su madre mima en el regazo.

Mientras escucho tu voz pronunciar suaves palabras,
recuerdo el canto de los pajaritos 
en la ventana de mi infancia casi olvidada.

Por esto y más, te quiero
como el cielo quiere al mar,
como la luna a las estrellas
porque sabe que la hacen lucir radiante y feliz

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"Cuando falta el consejo, fracasanlos planes; cuando abundaelconsejo,prosperan" Proverbios 15: 22