domingo, julio 10, 2011

Para mí eres Azul

Para mí eres azul porque eres como el mar:
a veces tranquilo y sereno, otras fuerte y embravecido.

Mar de mi juventud que me enseñó a amar la vida,
Mar mágico que me mostró cómo se hacen realidad los sueños.

Para mí eres azul porque eres como el cielo,
me proteges y me guardas en todos mis desvelos.

Cielo que de día me acompaña en mis travesías
y en la noche estrellada, en  mis más dulces fantasías.

Para mí eres azul, color de mi preferencia
porque cuando te pienso, me lleno de paciencia.

Para mí eres azul, estoy segura de eso
por todo lo que dije y más, ahora lo confieso.

Para mi eres azul como mi mar y  mi cielo
y este amor que por ti siento nos cubrirá como un velo.

Mágica trampa.

La primera vez que escuché hablar de ella, no presté mucha atención. En ese momento no formaba parte de mi realidad; además, era una niña de primaria a la que solo le interesaba jugar y reír (aunque esto no ha cambiado mucho).

Saliendo de mi adolescencia la conocí. 

Recuerdo que fui en una pequeña embarcación, a la que llaman "peñero". Ese breve período de navegación, a lo sumo una hora, me permitió prepararme para lo que iba a encontrar. No negaré que estaba emocionada, pensando en cuán hermosa podría ser, cómo me recibiría, y si llegaríamos a ser amigas. 

En el trayecto, me asombró ver de cerca un gran ferry hundido, en el cual, según mis acompañantes, ¿o guías?, me comentaron podían ver maravillosas escenas cuando allí se sumergían. Continuando mi travesía, corta como he dicho, mi emoción aumentaba, sentía mariposas revolotear en mi estómago, esa sensación parecida al enamoramiento. Era muy cómico porque aun no la conocía y ya sentía que la amaba, sólo esperaba que ella también llegara a amarme.

Grande y grata fue mi sorpresa, al llegar a la Bahía de Charagato, y poner, finalmente, pie en tierra, en la Isla de Cubagua. 

Terminé de enamorarme al caer la noche y la boveda estrellada arropó mis sueños. Un espectáculo hermoso las estrellas fugaces que contemplé tumbada en la orilla de la playa. Era mi primera vez presenciando algo tan sublime, tan único para mí. Único porque sabía que, aunque vería otras noches como esa, ninguna sería igual a la noche del día en el que conocí a mi extrañada "amiga", y caí en la trampa, mágica trampa, de la Isla de Cubagua y sus leyendas.

jueves, julio 07, 2011

Un libro es...

                                                                             A mi padre, Amílcar



En 3 décadas y media que llevo respirando el olor de las bibliotecas de mi casa, creo que no he logrado leer ni un tercio de los libros que mi viejo se dio a la tarea de "recopilar" con la fiel intención de sumergirnos en la lectura.

Recuerdo el primer texto que mi padre colocó en mis manos, fue, casi que obviamente, El Principito; luego Platero y yo; después no tuvo necesidad de hacerlo nunca más porque a partir de esas fechas yo  iba y tomaba cualquier libro al azar,  a veces guiada por mi hermano, preguntaba si lo podía leer y si era bueno, confiando en la sabia experiencia de mi héroe, mi papá, que siempre me decía "No hay libro malo".

 Así comenzó una hermosa relación con los libros, los tomaba, los olía, leía portada y contraportada, comenzaba a leer y me transformaba, ¡sí!, me transformaba, me convertía en sus personajes, vivía sus vidas.

Lo crean o no, he llegado a volar con Juan Salvador Gaviota, he estado a punto de ahogarme con Luis Alejandro Velasco,  me he sentido "bicho" con Gregorio Samsa, sufrido el desamor con Eugenia Grandet y Heathcliff, he querido "matar" a la abuela de Erendira, sentirme etérea como Remedios la bella, he sufrido con Edipo, he llorado por el inocente Santiago Nassar, me he desesperado con  Florentino Ariza, reído hasta la locura con  Randall Patrick McMurphy,  sonreído con nostalgia con Scout Finch y compartido las aventuras de Tom Swayer y Huckleberry Finn, y una larga (no tan larga como quisiera), lista de personajes que me han hecho VIVIR. 

Cada libro, cada historia me abrió una puerta,  a veces solo una ventana,  a mi mundo de fantasías, donde moro y soy feliz, donde sufro, lloro, río, canto, me asusto, reflexiono... 

Y cuando regreso paso un tiempo en mi realidad agotadora: trabajo, casa, estudios; mil cosas y poco tiempo; entonces, recuerdo que puedo volver cuando quiera y a cualquiera de ellos, también a otros que me sean presentados en la vida.

Sé que puedo regresar porque esa puerta siempre está abierta para mí, un día, hace 25 años, me la abrió mi Padre. Gracias papá!

Pablo Mandazen Soto

 

No haré una biografía, los datos históricos no son mi fuerte
lo que sí puedo hacer es darte las gracias por todo lo que hiciste por todos y cada una de las personas que hemos cursado estudios en las instituciones que creaste para nosotros.

Gracias por haber venido a Venezuela y adoptarla como tu patria

Gracias por haber luchado hasta el último momento por tu sueño

Gracias por haber creído en el desarrollo endógeno antes que lo volvieran polítiquería

Gracias por tus palabras de aliento siempre.

Gracias por haberme colocado mi medalla de acuicultura y oceanografía.

Gracias Pablo Mandazen Soto, Hermano, o mejor dicho, Papá Ginés.

sábado, julio 02, 2011

Me evades y me ignoras.
Señales inequívocas de tu indiferencia.

Aún así, perdóname por insistir,
pero te aseguro que he tratado,
quizás no mucho, y sí con poco éxito,
de transformar este sentimiento
(con la alquimia de la razón),
en algo más parecido a tu indiferencia
y menos gemelo de la ternura que me inspiran
tus ojos cargados de angustias.

Ese peso que quisiera poder ayudarte a aligerar
con mis locas ocurrencias,
mis cuotas de "soecidad" y mi falta de "tacto".

Peso que quisiera poder quitar de tus brazos
para que no ocupe el lugar
donde, algún día,  me protegerás con tu abrazo.

No es fácil para ti, lo sé,
tampoco lo es para mí.

Por eso, te prometo que cada día intentaré 
arrancar este amor bonito que por ti siento
aunque falle mil veces en el inútil intento.

viernes, julio 01, 2011

En mi "Escuelita rural" donde estudio Educación

En la "escuelita rural" donde estudio educación 
el presupuesto no alcanza ni pa´ comprar un creyón.

Se habla de académia, investigación y extensión,
mas da la impresión que solo comen y se trasladan,
¿De la académia?, un tanto de decepción.

No hablemos tan siquiera de la investigación,
los encargados de eso se aburren un montón
porque tienen mil temas y ni un solo doblón.

Si se trata de fiestas, y otras banalidades
usted no se preocupe,
se buscarán los reales.

Pero si mi escuelita necesita pintura
se encuentran en un dilema 
-No hay "real" para infraestructura-

Para no extenderme hablando de la dura situación
la quería expresar en una sola edición
pero en la escuelita dijeron:
- No hay "real" pa´ publicación. -